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viernes, noviembre 17, 2006

Liberación animal



Ayer en la noche, me gradué en estupidez y con honores. Quise agarrarme con un barrista del Colo. Bueno, en realidad no con uno, sino con toda la manga de aweonaos que venían saliendo del zoológico, perdón, "estadio", tipo 11:30.
La verdad, hace rato el equipo albo y su actitud de manada ebria (peor que los elefantes indios) me tienen harta. La parte del fútbol me la salto, no me gustó nunca, menos me gusta ahora que estoy desarrollando unos anticuerpos feroces en contra de todo aquello que sea blanco, negro y con forma de esfera. Pero quiero detenerme en esta sensación de pertenencia, euforia colectiva, rito tribal o lo que sea que produzca el ser un hincha. Sí. Un hincha-pelotas y de cualquier equipo. Porque supongo que para la estupidez humana, no hay colores ni fronteras.
Yo me pregunto, en que momento un weón al que le gusta el fútbol se transforma y se convierte simplemente en un weas. Y hablo de una metamorfosis digna de Kafka, porque si bien al comienzo el barrista puede quejarse del estigma social de ser quien es, finalmente termina sacando provecho de ello y de la intimidación que produce su figura. Bueno, aquella figura es especialmente intimidante si se acompaña de una manga mas o menos tupida de figuras similares... Es precisamente allí donde yo y mi imprudencia entramos a escena de la mano y sin ningún resguardo más que la ignorancia de aquel a quien nunca le han sacado la chucha.
Me resisto y resistiré erguido frente a todo lo que signifique sentir miedo. Miedo a la muerte, quizás, miedo al fracaso, porsupuesto, pero miedo a un aweonao con la mitad del cerebro muerto y la otra mitad marinando en Cristal. Jamás! A decir verdad, la maniobra de ayer fue arriesgada, aunque bastante naive. Tirar un par de puteadas al aire adquiere a whole new meaning si hablamos del delicado cutis de un colocolino. Claro, él te puede tapar a chuchadas, pero si tu se las respondes, mereces mínimo una patá en la raja mas el respectivo robo de tus pertenencias. Bueno, pero qué se le va a hacer... son las cosas del fúbol.


Este disco... ah... si este disco hablara.... sería definitivamente paranormal.

(No alcanzé a subirlo, pero shá va)

viernes, noviembre 10, 2006

Un pariente lejano



Los Jueves pueden ser extaños en esta ciudad. Comienzas el día con la única expectativa de volver a tu casa, comer las sobras putrefactas del sandwich de ayer y acostarte, en el mejor de los casos, en una cama con sábanas limpias. Pero no. Terminas a las 4 am rodeado de gente que no conoces, en un lugar no del todo desconocido. Los misteriosos caminos del señor, que le dicen.
Tío Lucho es una banducha que yo sólo conocía de nombre (y de oído) hasta ayer. El Cine-Arte-Alameda, Centro-de Arte-Alameda o como sea que que el esnobismo dicte ponerle ahora a la weá, los acogió en su segundo piso y bueno, pasaron cosas como pasan en el living de la casa cuando uno hace fiestas que incluyen punk y cerveza. Supongo que la diferencia es que uno no vende las latas a luca...
Al principio no había nadie, aparte de los amiguis, las pololas y un groupie muy ambiguo, que más tarde se dejaría en evidencia. Debo ser, actually, una de las pocas que pagó su entrada. Así que hubo que esperar harto para que la bandita se dignara a salir al escenario. Para entonces (tipo 1:30) yo ya estaba prácticamente durmiendo en uno de los sillones. Y entonces apareció el vocalista, mezcla de Jim Morrison con Iggy Pop pero en estado embrionario, con la guata pelá y partes de su anatomía al aire, que sinceramente, creo que debió haber mantenido en el anonimato. Nadie entendió lo que dijo en su lenguaje alcohol/esperanto. A nadie le importó porque cantaba bien y estar raja es cool cuando uno es tan punk rocker y considera que este mundo es una mierda y hay que morir joven, uuuuuu yeah.... En fin. Ya a esas alturas el lugar se empezaba a llenar de chicas de 30 kilos de peso con converse recién compradas en Block y chicos igualmente flacos y posers. No, en serio, porqué mierda esa mina medio punk es siempre tan anoréxica??? Y chica???? O porqué la gótica esta siempre sobrealimentada?? Forma parte de los insondables misterios que hoy NO resolveré, así que continúo con la tocata.
La bandita en sí, estaba formalmente bien, pero el vocalista, oh my god, se tragó un Al Pacino antes de salir a escena y se sobreactuaba a cada rato. Trató de tirarse al micrófono, la batería y cuanto objeto inanimado encontró en su camino, infructuosamente, mientras el fan del que hablé al comienzo, le mostraba su fervor de manera francamente gay. Pero muy punk-gay, por cierto. Tocaron un cover de los prisioneros y otro de Charly García, que prendieron harto, pero bueno, quien no prende con esas weas y un par de copetes en el cuerpo. Nosé, al final el seudo stripper se puso muy jugoso parece, porque ni sus compañeros querían seguir tocando con él. Hasta invitó al cumpleaños el niño ... no será musho lusho??


Aquí grandes temas de Lucho como "Un golpe de suerte" y "Mañana"... jajaja

Tío Lucho - No me sigas